Heredar una grandísima cantidad de dinero parece que no le supondría ningún problema a ninguna persona, pero en Corea del Sur no parece ser así, ¿a qué se debe?
Resulta que la ley de sucesiones coreana –“suceder” en terminología jurídica significa heredar- indica que si heredas más de 2,5 millones de dólares, tienes que pagar un impuesto. Tal impuesto se compone de más de la mitad del patrimonio que heredas. Entonces, ¿cuál es el problema? El patrimonio no se compone de dinero, sino de todas las cosas que hacen que te consideren rico; por ejemplo, una casa, un coche lujoso, etc.

Normalmente, cuando alguien hereda tantísimo dinero, la mayoría de bienes que va a heredar no se compone de una gran suma de dinero, sino de cosas lujosas, por lo que tienen que vender muchas de las cosas que tienen para poder pagar el impuesto, el cual sí que se ha de cubrir sólo con dinero.
Por si no lo sabíais, las empresas coreanas más grandes de Corea del Sur no están regentadas por emprendedores, sino por familias. En particular, la de Samsung le pertenece al señor Lee Kun-hee, quien lleva hospitalizado desde el 2014 debido a un infarto, y que del que se piensa que quizás esté muerto y no lo quieren revelar, precisamente debido a ese impuesto.

El hecho de que sea el director general de la empresa coreana más grande de Corea del Sur, junto con la ley de herencias coreana, es un verdadero cóctel explosivo. Para que te hagas una idea de lo grande que es Samsung: esta representa el 15% del PIB en Corea – significa que representa el 15% de todo el beneficio que produce el país-. Esto hace que el futuro del país dependa de una persona que quizás esté muerta y no lo sabemos.
Si se confirma la muerte del señor Lee, los accionistas de Samsung tendrán que vender sus acciones, para convertir la riqueza que compone buena parte del patrimonio en dinero que esté en el banco. Haciendo esto, el heredero podría pagar el impuesto, y heredar el gran imperio de su padre. El problema de este método para pagar el impuesto, es que si las acciones se venden, las comprarán otras personas ajenas a la compañía, y se perderá el control de la misma -los accionistas tienen el derecho de influir/decidir en la dirección de la empresa de la que tienen las acciones-. A todo esto se le añade que la herencia de Samsung está mayormente compuesta por sus acciones.

Se estima que el impuesto de sucesiones que tendrían que pagar ronda los 6.000 millones de dólares, por lo que en lugar del 50%, es muy probable que se le asignara el 65% a pagar, lo cual es mucho más que la mitad y realmente representaría un problema a la hora de vender precipitadamente tantas acciones, seguramente a compradores extranjeros.
Hay quienes piensan que la teoría de que ha fallecido y no lo han dicho es muy sensacionalista, pero por otra parte… ¿cuántos años más pasará el señor Lee hospitalizado?