INTRODUCCIÓN: ¿QUIÉNES SON LOS ZAINICHI?
El término de zainichi (在日) significa estar en Japón o permanecer en Japón, y en este caso cuando hablamos de zainichis coreanos, nos referimos a las personas de origen coreano que residen en el archipiélago.
El concepto “zainichi” empezó a surgir a principios del siglo XX, sobre todo en las décadas de los años diez y veinte, coincidiendo con la época imperial de Japón y la época de la Guerra Fría, época en la que muchos coreanos emigraron o fueron deportados de su país. Más tarde, se destaca otro oleaje en 1950, donde se destaca la migración de los coreanos durante la Guerra de Corea.
HISTORIA:
Antes de la guerra, los coreanos eran invitados a integrarse a la sociedad japonesa por medio de instituciones educativas y matrimonio interracial. La inmensa mayoría de zainichi llegaron durante el período de ocupación japonesa en la península coreana (1910-1945), cuando Japón se anexionó toda Corea, Taiwán y la región china de Manchuria. Muchos de los zainichi emigraron a Japón para encontrar una vida mejor cuando los japoneses les arrebataron sus tierras, y otros fueron captados y enviados a allí como mano de obra barata durante la Segunda Guerra Mundial. Independientemente de cómo llegaron a Japón, a muchos se les concedió la nacionalidad.

Sin embargo, después de que Japón firmara el Tratado de Paz de San Francisco de 1952, con el que se ponía fin oficialmente a la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno japonés retiró a los zainichi la nacionalidad japonesa. Aquellos coreanos que decidieron quedarse en Japón después de la guerra lo hicieron en calidad de extranjeros con nacionalidad coreana.
Obtener la nacionalidad japonesa es complicado. Al regirse por ius sanguinis, la nacionalidad se adquiere siempre y cuando uno de los dos progenitores sea ciudadano japonés. Si bien hay otras maneras de obtener la nacionalidad, se obliga al solicitante a renunciar a su nacionalidad original. Además, los zainichi se enfrentaron a otro escollo, ya que entre 1940 y 1945 también se les obligó a cambiarse el apellido coreano por uno japonés. Aun así, muchos de ellos se sienten japoneses y hace décadas que han perdido el contacto con sus familiares en Corea. En las últimas dos décadas, numerosos coreanos zainichi han solicitado la nacionalidad japonesa, sobre todo los jóvenes, y actualmente la poseen unos 380.000.

Posean la nacionalidad japonesa o no, la minoría zainichi es sujeto de discriminación y racismo, que se agravan por la amenaza de los misiles norcoreanos o la disputa comercial entre Japón y Corea del Sur de 2019. No solo tienen dificultades a la hora de encontrar buenos puestos de trabajo o vivienda, sino que han llegado a ser amenazados, como pasó en enero de 2020 en Kawasaki, cuando un anónimo envió una carta a un centro comunitario zainichi amenazando con exterminar a esta minoría.

PROBLEMA DE IDENTIDAD:
En 1945, el problema de la identidad Zainichi finalmente salió a la luz. Japón los declara de nacionalidad “choson» (coreana). Sin embargo, Corea pronto se divide entre el Norte pro-ruso y el sur pro-americano. Los coreanos en Japón se vieron atrapados entre la espada y la pared. Su identidad «choson» los relaciona con un país que ya no existe y podían convertirse en ciudadanos de Corea del Sur, pero no de Corea del Norte. La división del país afecta sobre todo a los Zainichi y los 650.000 de ellos que vivían en Japón en la década de 1950, estaban divididos entre los partidarios del Norte y los del Sur.
Estos inmigrantes además tuvieron que enfrentar los desafíos de la integración y la asimilación y se vieron obligados a trabajos forzados en un Japón que estaba destruido por la guerra, tratando de recuperarse de la derrota y que no era no muy amable con los ciudadanos de sus antiguas colonias (principalmente, China y Corea).
LA RACIONALIDAD DIALÓGICA DEL CONFLICTO:
Desde el principio, ninguno de los 2 países llega a un entendimiento, por tanto, se podría decir que no hay un diálogo entre culturas, por lo menos, no hasta más tarde. No lo hay, pues cuando Japón colonizó Corea, su relación se caracterizaba por la desigualdad y una clara superioridad japonesa. También cabe resaltar que desde que los coreanos ingresaron en Japón, se agruparon en guetos y esa distancia hizo que los japoneses les ignorasen más.
Ahora bien, se puede ver que cada sociedad tiene conceptos totalmente diferentes de cada una y es aquí donde surge el conflicto. Partiendo de esto, es necesario llegar a un diálogo racional, pues no se trata de que una sociedad quede encima de otra, sino que lleguen a un mutuo acuerdo, adoptando perspectivas la una de la otra, es decir, llegar a una sociedad japonesa homogénea y no heterogénea.
