Sweet Home se une a la tendencia de series relacionadas con virus, monstruos y zombies. A pesar de ser un género saturado, Corea no para de sorprendernos y consigue darle una vuelta a la trama para que nos mantenga pegados a las pantallas.
Este thriller lo comencé acto seguido después de finalizar el dorama japonés “Alice in Borderland“, otra de las recientes producciones de Netflix, y es que, no sé vosotros, pero me estoy volviendo una adicta a sus producciones.
Como decía, Sweet Home se une a la ola de virus que convierten a humanos en monstruos (de cualquier tipo), pero los giros de trama, la presentación de la vida de los personajes y la ambientación del edificio hacen que me recuerde a otra obra maestra del año pasado, “Strangers from Hell”.
Cuando Hyun Soo se muda al nuevo edificio ya podemos ver cómo los personajes son inquietantes, todos con su punto de locura y el mismo edificio en ruinas y sucio hasta la saciedad nos avisa de que nada bueno va a pasar en los siguientes episodios.
Así como la ambientación me parece fantástica tengo que decir que los monstruos han dejado bastante que desear. En ciertas escenas pasabas de estar viendo una serie a estar jugando un videojuego.
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